Soy periodista
- RMA
- 18 sept 2016
- 2 Min. de lectura
Hace ya tres meses que me gradué, soy periodista. No sé si lo he dicho anteriormente pero no era lo que quería estudiar, sino publicidad o algo más relacionado con la literatura. Y desde el primer día que entré a la universidad me advirtieron: "Si No tienes vocación es mejor que te marches ahora que estás a tiempo". Como digo, periodismo no era mi primera opción y ahora soy periodista con una vocación que he ido desarrollado durante cuatro años. Así que, sí, puedes ser periodista sin soñarlo desde que eras pequeña. No digo si buena o mala, eso ya veremos.

Estos meses que han dado para mucho. Un gran camino se abría al terminar mis estudios, muchas opciones y solo una para elegir. Mi primer miedo era mi currículum, sí, más vacío que un parque en agosto. Pero justo cuando me disponía a hacer mi check - in y olvidarme de todo en la preciosa isla de Tenerife, todo cambio. Unas prácticas, colaboraciones y proyectos. ¿Una periodista con trabajo? Ver para creer.
Y entonces es cuando me paro a reflexionar y siento que hay personas a las que les da vergüenza reconocerlo. Es decir, si pudiésemos catalogar a los profesionales del mundo de la información solo en España haríamos está clasificación: están los que estudiaron para ser periodistas, actualmente un porcentaje menor que va en alza, los que no estudiaron pero son ahora periodistas de renombre y los que son "colaboradores" en tertulias. Para todos ellos el periodismo es diferente y, por su puesto, todos se creen mejor que cualquier otro; o al menos esa es la impresión que a mí me da. Son pocos, pero son seguramente los mejores, aquellos que trabajan solo por y para el periodismo, para dar a los ciudadanos la mejor de las informaciones, esa que les ayude a tomar sus propias decisiones.
Es cierto, actualmente, para la mayoría de los españoles lo más cercano a una definición de periodista son los tertulianos de Sálvame pero es nuestra responsabilidad demostrar que periodismo es otra cosa. Además, no hay que ser pesimistas. Ahora, más que nunca, el mundo necesita de los mejores periodistas, esos que pongan la voz que narre la historia.
TRAS LA TORMENTA SIEMPRE SALE EL SOL
Comentarios